Buenas! Resulta que hoy
es el primer miércoles de Mayo, y me toca subir entrada a mí. Si os digo la
verdad he tenido ciertos problemillas a la hora de escribir este texto. En un
primer momento, iba a tratar sobre el verano, ahora que empieza el buen tiempo
(sí, ya sé que hemos estados unas semanitas con lluvia, pero ya comienza a
verse el sol entre las nubes). Luego me retracté y decidí que iría sobre otro
tema, para el cual no iba a necesitar canción. Pero finalmente he decidido que
sí, que hay una canción que va perfecta.
En este texto llevo
pensando varias semanas, incluso varios meses. Estaba ya en mi cabeza incluso
antes de la existencia de este blog. Comenzó a formarse cuando comencé en la
Universidad, cuando comencé a ver todos los días por narices la vega granaina.
Y es que, cada vez que cojo el bus y miro a mi derecha, no puedo evitar
recordar las palabras que me decía mi abuelo cuando era pequeña e íbamos al
cortijo a cuidar de las ovejas:
“La vega de Granada cambia de color según las estaciones. En otoño se pone marrón, roja y dorada. Las choperas al fondo son las que le dan ese tono dorado. En invierno es gris, triste. Cuando llega la primavera se vuelve verde y amarilla, brillante por las lluvias. En verano vuelve a ser dorada y roja, pero en un tono más seco.”
Si, es que mi abuelo, a
pesar de no saber leer y de ser tan garrulo y basto como para querer arreglarlo
todo a base de alambre y tornillos (incluso las tejas del tejado), y como el
resto de los abuelos, tenía ese espíritu de poeta no reconocido que, a día de
hoy, ya se ha perdido. Pero yo no venía a hablar de mi abuelo, porque si
tuviese que hablar de él, me faltaba blog.
En un principio, casi no
me daba cuenta de ese cambio, pero, conforme crecí, me fui percatando. A día de
hoy, también percibo ese cambio, esa mutación, más desde que la veo todos los días,
pero ahora bajo un velo gris. Y no, no es que esté deprimida, no es una forma
de hablar. Literalmente, veo el cambio bajo un velo gris. Son el polvo, los
escombros y la maquinaria los que ahora afean un paisaje que antes me parecía
tan bonito. Donde antes había campo, ahora sólo hay montañas de tierra removida
y roja, me atrevería a decir sangrante.
Muchos se empeñan en
decirme que eso es progreso, que es algo de lo que la comunidad podrá
beneficiarse. Pero, ¿yo qué queréis que os diga? A mí me gustaba más ver las
choperas al fondo y los tractores en el campo que las excavadoras, las
demoledoras y los escombros. Podéis decir que pienso a la antigua, pero me
gustaba más ese paisaje….
Creo que ya es hora de
acabar, porque como siga por este camino entraré en polémicas en las que no
tenía pensado entrar cuando comencé a escribir. Yo sólo quería dar mi opinión.
Además, son más de las doce, yo mañana
madrugo y ya casi no sé ni lo que escribo, así que ya es hora de despedirse.
Mañana será otro.
Disfrutad de lo que queda
de semana, del buen tiempo que empieza a asomar y del mal tiempo que comienza a
marcharse y, por último, decir que aquí me encontraréis el mes que viene!
Au revoir!
PD: Aquí abajo os dejo la canción que me pareció oportuna para esto: Somewhere over the raimbow de Mago de Oz! Espero que os guste!
me encanta! Yo pienso lo mismo cuando veo como destrozan un lugar taaan bonito para poner una carretera... pero así es el ser humano, no respeta ni lo hermoso.
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