Amo la traición, pero odio al traidor (Julio Caro Baroja)

Buenas noches, soy Marién y hoy…. ¡ES VIERNES!

Abro el blog  con tanto entusiasmo porque por fin  soy libre, he acabado los examenes.

Y bueno, vuelvo por aquí después de una semana sin tocar el blog.

Ha sido bastante duro para mí no encontrar un hueco para actualizar, por que escribir es la única actividad que me libera y despeja.

Estos días han sido bastantes duros: por mis cambios repentinos de humor debido al estrés, por el agobio de trabajos y más trabajos que nunca acababan y que parecían que se reproducían, por la presión de saber que tengo a “ojeadores” detrás de mi, la tensión de exámenes… y un sin fin de motivos que al juntarse crearon una gran montaña que se convirtió en volcán que hizo erupción en mi cara.

Está semana a sido una de esas en las que mis sentimientos están a flor de piel, he fumado la pipa de la paz con varias personas con las que tenía firmada una guerra. Algunas de ellas no me han defraudado con su “nuevo” comportamiento, pero sin embargo, otras me han hecho replantearme la decisión de firmar la paz con ellos.

Ahora mismo hay un conflicto entre mi ego y mi conciencia, el primero  le reprocha al otro la flaqueza con la que llevo ciertos temas.

Siento que me estoy traicionando a mi misma y que además (y lo peor) es que os estoy traicionando a vosotros los que leísteis mi actualización de “La traición”, en la que emprendía duras criticas contra las personas traidoras…

Estoy en conflicto conmigo, por que estoy actuando de una manera de yo duramente critique. Sinceramente espero no estar equivocándome otra vez en mis decisiones.

Buenas noches, y espero que paséis buen fin de semana.

”Sólo nos damos cuenta de la traición y de la amistad cuando ambas se cruzan... Allí podemos distinguirlas y compararlas, sentirlas y despreciarlas. El corazón no siente si los ojos no ven; pues, mis ojos ya vieron.”

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