Día de Reyes.

6 de Enero. Diez de la mañana. Me levanto abro la ventana y me veo a medio barrio en la calle. Padres y madres detrás de sus hijos, estos ilusionados con sus juguetes, esos juguetes que solo utilizaran el primer mes y pienso en lo felices e inocentes que son los niños y en las ganas que tengo de gritarles “Los Reyes Magos son los padreeees”.

La malafollá granadina inunda mi ser... Miro Twitter y esa persona que tan mal me cae pero a la que sigo en twitter porque me gusta cotillear sus cosas ha subido quinientas fotos de sus regalos y me quedo pensando “cada día me caes peor, niñata pija”.

Después está el típico amigo friki que te habla por whatsapp al grito de “LOS REYES ME HAN TRAÍDO EL CALL OF DUTY” o algún otro juego de moda. A lo que tu le respondes “A mi me han traído libros” (lo dices toda orgullosa) pero él y su cerebro atrofiado por todas esas horas pasadas frente al ordenador te dice “es que regalar libros es caro” … ¿PERDONA? ¿PEEEEERDONA?

En ese momento mi mente rápida y veloz busca en google el precio de su jueguecito y respondo con un “ me lo dice alguien que se ha gastado 50 euros en un puto videojuego” y hay se acaba la conversación y en ese momento te das cuenta de que ahora le caes un poco mal.

Recuerdo el día que le dije a mi hermano menor que los reyes eran los padres y la bronca correspondiente de mi madre que acabo con un mes de castigo.

Pero vamos a ver, mejor que se lo dijera yo que algún amiguito cabrón del cole... Y ahora que lo pienso me siento un poco culpable porque fue cruel por mi parte decirle a mi hermano de ocho años que los Reyes no existían, que la leche y las galletas que les dejaba se las desayunaba mi padre el día de reyes... Muy cruel por mi parte, si, pero alguna ventaja tenia que tener ser la mayor. A mi me lo dijo mi primo mayor... Que desilusión más grande.

La cuestión es que el día de reyes solo se disfruta si se es niño. Porque cuando te haces mayor y responsable piensas en el dineral que se gastan los padres y al final acabas pidiendo un jersey y un libro, algo baratito.

Supongo que cuando seamos padres este día nos encantara y las caras de felicidad de nuestros hijos nos harán olvidar los doscientos euros que te has gastado en regalos. Todo se vera con otros ojos... supongo.

Esto es todo por hoy. Espero que pasáis una gran semana.

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